El pasado mes de marzo RØDE presentó su primer modelo de auriculares, los NTH-100. Y como sucede con casi todos los productos que RØDE presenta últimamente, los auriculares NTH-100 tienen un halo especial, algo que los distingue del resto y que los convierte de manera casi instantánea en un producto icónico. “Instantly iconic”. Ese es uno de los calificativos que el departamento de marketing de RØDE usa para describir los NTH-100… y sinceramente, ¡estoy de acuerdo con ellos! A lo largo de este vídeo intentaré explicarte por qué.
MOMENTOS CLAVE EN EL VÍDEO
0:00 Intro
0:02:07 Presentación
0:02:28 Unboxing. Componentes
0:03:45 Auriculares circumaurales
0:04:43 Conexión audio copas
0:05:43 Transductores
0:06:30 Características técnicas
0:07:22 Almohadillas
0:09:20 Diadema
0:10:51 Conclusiones-despedida
Son unos auriculares de estudio cerrados, con una respuesta increíblemente plana (que es lo que se busca en unos auriculares de estudio), super confortables, ligeros, construidos con materiales de primera calidad… y que todo ello los convierte en los auriculares perfectos para mezclar y producir música. ¡Y además son muy bonitos!
Pero aunque los RØDE NTH-100 han sido diseñados pensando en aplicaciones de mezcla, monitorización y mastering, también son unos auriculares perfectos para escuchar música. Para escucharla tal como su creador quiso que la escucharas, es decir, sin coloración ni adorno de ningún tipo. Los NTH-100 te darán siempre un sonido real y lo harán durante horas sin producir fatiga.
Se trata de lo que denominamos auriculares circumaurales, es decir, que la oreja queda totalmente rodeada, totalmente cubierta por la copa.
Al margen de su forma de oreja, otro rasgo característico de las copas del los NTH-100 es
que el cable puede conectarse indistintamente en ambas copas, izquierda y derecha.
Gracias a ello los NTH-100 ofrecen siempre la máxima comodidad de uso, sea cual sea la
configuracion de tu estudio, coloques tus aparatos como los coloques…
Dentro de la caja de los NTH-100 encontramos estos elementos:
-Un cable de auricular de 2,4 m. que puedes conectar tanto en la copa derecha como en la copa izquierda de los auriculares.
-El típico adaptador de minijack de 3,5 a jack de 6,35. Nada especial…
-Una bonita bolsa de transporte de tela con la “o con barra” que ha terminado
convirtiéndose en el símbolo distintivo de la marca RØDE.
-Un set de identificadores de colores COLORS ID, que por cierto coinciden con el código
de colores usado por otros productos de la marca como el RØDECaster Pro o el software
RØDE Connect. Ambos conectores tienen unas ranuras, originalmente ocupadas por estas anillas negras, que
puedes sustituir por estas otras de colores para identificar más fácilmente el cable de tus
auriculares.
Un detalle importante: como no podía ser de otra forma en unos auriculares de esta categoría, las almohadillas son reemplazables. Quitarlas y ponerlas es facilísimo!
Los NTH-100 cuentan con una diadema muy robusta –¡yo diría casi indestructible! – y muy flexible como puedes ver. Además de eso, destacaría de ella dos cosas. La primera es sin duda su mecanismo de ajuste y bloqueo FitLok. Gracias a este sencillo sistema puedes ajustar la altura de las copas según la forma y dimensiones de tu cabeza y, una vez encuentres la posición ideal, fijar las copas en la diadema para que no se muevan de ahí. Seguro que te fastidia eso de tener que ajustar la altura de las copas cada vez que te
colocas los auriculares en la cabeza porque al quitártelos se han desplazado… Pues con
este sistema, ¡problema resuelto!
Si se convertirán o no en un nuevo icono de la industria musical, eso el tiempo y los usuarios lo dirán…A mí, personalmente me han gustado muchísimo. Ya me dirás tú cuando los pruebes!!