Cuando vi aparecer la nueva serie KREATE de KRK en Zentralmedia, lo primero que pensé fue: ¿esto es una revolución o solo un rediseño de lo que ya conocemos? Con sus conos amarillos inconfundibles y tres modelos pensados para distintos espacios (KREATE 3, 5 y 8), la propuesta es clara: monitores activos versátiles para creadores de todo tipo. Pero con opciones como los Kali LP‑6 o los Yamaha HS5 en el mercado, la pregunta real es si estos KRK marcan la diferencia o se quedan en un terreno ya explorado.
Una propuesta directa y sin florituras digitales
Lo primero que llama la atención es que la serie KREATE prescinde del DSP que caracteriza a los Rokit Gen 5. Aquí no hay pantallas traseras ni curvas digitales predefinidas, sino controles físicos para ajustar los graves y agudos. A muchos les parecerá un paso atrás; a otros, una forma de simplificar lo que, en la práctica, siempre acabamos ecualizando a oído o con corrección externa.
Los KREATE 3, 5 y 8 cubren distintos tamaños de estudio. Los datos que ya están disponibles —aunque aún no se ha levantado del todo el embargo técnico— nos dejan entrever una filosofía clara: hacer accesible un sonido robusto y suficientemente preciso, sin complicarse con menús o presets.
Conectividad total para el entorno híbrido
En esta serie, KRK apuesta fuerte por la versatilidad de conexiones:
- KREATE 3: incluye entradas TRS balanceadas, RCA, mini-jack y Bluetooth 5.3.
- KREATE 5 y 8: añaden entrada XLR y función Device Link, que permite emparejar altavoces por Bluetooth (algo que facilitará mucho el uso con portátiles o móviles sin interfaz).
Esta combinación convierte a los KREATE en unos monitores que no solo sirven para mezclar, sino también para editar vídeos, reproducir contenido desde cualquier fuente o trabajar en directo sin depender siempre del mismo equipo de audio.
Detalles que importan
Hay pequeños detalles que suman mucho:
- Tweeter protegido con rejilla metálica, ideal para quienes trabajan en espacios compartidos o con riesgo de golpes.
- Modo standby automático: el monitor se apaga solo cuando no recibe señal, y se reactiva en cuanto vuelve la entrada.
- Recomendación de rodaje: KRK sugiere unas 20–30 horas de uso antes de alcanzar el rendimiento óptimo.
Esto confirma que, aunque esté pensada para creadores actuales y entornos domésticos o híbridos, la serie no sacrifica la calidad técnica ni la durabilidad.
¿Cómo se compara con otros modelos?
Frente a los KRK Rokit Gen 5
Los Rokit G5 siguen ofreciendo más tecnología digital: ecualización por DSP, pantalla LCD trasera, presets según uso (Mix, Create, Focus). Sin embargo, también requieren algo más de experiencia para ajustarlos correctamente.
La serie KREATE elimina esa capa digital, lo que puede suponer una mejora en usabilidad para quienes buscan simplicidad directa sin menús. No es necesariamente una “serie inferior”, sino una gama más plug and play para flujos creativos más ágiles.
Frente a los Kali LP‑6
Los Kali LP‑6 son conocidos por su excelente respuesta plana y su rendimiento por encima de su precio. Aquí la comparación es más delicada. Si los KREATE logran mantener una respuesta neutra (aún por confirmar), podrían competir de tú a tú. Eso sí, en conectividad, KRK lleva ventaja: Bluetooth, AUX, Device Link, XLR, todo en un mismo sistema.
Frente a los Yamaha HS5
Clásico entre clásicos, el HS5 no tiene graves exagerados ni coloraciones, y sigue siendo una referencia para quienes mezclan música acústica o voces. Los KRK KREATE están diseñados para ser más versátiles, pero aún no sabemos si alcanzan la misma transparencia crítica en medios. Todo dependerá de la escucha real cuando podamos probarlos a fondo.
Mi opinión personal (y profesional)
Creo que KRK ha entendido bien hacia dónde se mueve el mercado: ya no se trata solo de tener el mejor monitor para mezclar en una sala perfectamente tratada. Se trata de tener una herramienta fiable, conectable desde cualquier dispositivo, calibrable de forma sencilla y suficientemente precisa para producir contenido variado sin sustos.
La serie KREATE responde a ese perfil. Y si el precio es competitivo (como parece que lo será), podría convertirse en una de las gamas más recomendables para quienes crean música, editan vídeos, hacen podcast y necesitan un todo en uno.
Lo que queda pendiente —respuesta en frecuencia, potencia y precio final en Europa— lo sabremos en pocos días. Pero ya con lo que tenemos, es evidente que KRK no se ha limitado a ponerle otro nombre a los Rokit. Ha creado algo diferente, más accesible, más directo y, posiblemente, más útil para una nueva generación de creadores.