Aunque no es precisamente nuevo, el micrófono de condensador ML-1A de Slate Digital ha comenzado a llegar al mercado español de forma más estable (de la mano del mismo conglomerado al que pertenece Solid State Logic). Y si bien Slate no es una marca que veamos constantemente en los catálogos físicos de muchas tiendas, su enfoque en la virtualización del sonido ha creado escuela.
Nos lo han hecho llegar para su cobertura informativa, así que vamos a hacer lo que sabemos: analizarlo con lupa, sin humo y con contexto real.
Un micrófono neutro… en el mejor sentido de la palabra
Lo primero que sorprende al ver las especificaciones del ML-1A es lo plano de su curva de respuesta. Y eso es justo lo que busca. Este micrófono no está diseñado para tener “personalidad” propia, sino para ser una base absolutamente transparente sobre la que aplicar modelados clásicos mediante software. ¿Una idea arriesgada? Quizá. Pero en muchos estudios caseros o pequeños proyectos, esta flexibilidad es oro.
Como resumen rápido: el ML-1A funciona como una especie de “cámara RAW” del audio. No colorea, no embellece, pero tampoco perdona. Todo dependerá del entorno, del previo, y sobre todo del plugin VMS, que es donde ocurre la magia (o el desastre, si no lo sabes usar).
VMS: el alma del sistema, para bien y para mal
El micrófono viene preparado para integrarse con el Virtual Microphone System, un software que emula modelos legendarios como el Neumann U47, el Telefunken 251 o el Sony C800G, entre otros. De serie incluye 18 modelados y se pueden ampliar a 36 si tienes alguna de las suscripciones de Slate como All Access Pass.
En redes sociales, el debate es interesante. Quienes lo usan bien lo defienden con fervor:
“Grabo casi todo con el ML-1A y el plugin VMS, y la diferencia entre voces masculinas y femeninas la marco cambiando de modelo virtual”, decía un productor en un foro hispano sobre home studio.
Otros, sin embargo, lo ven como una herramienta limitada si no estás dentro del ecosistema Slate:
“Sin el plugin es un micro plano y punto. Hay que comprar la idea completa, o no tiene sentido”, comentaba una ingeniera de mezcla en una reseña compartida en LinkedIn.
Comparado con otros micros de su rango
En precio y formato, el ML-1A compite con opciones como el Aston Origin, el RØDE NT1 5th Gen o incluso el Warm Audio WA-47jr. Todos ellos ofrecen una personalidad sonora más marcada “de fábrica”, mientras que el Slate se apoya por completo en el modelado para generar carácter.
¿Ventaja? Puedes adaptar su sonido a diferentes estilos y voces sin tener varios micros físicos.
¿Desventaja? Dependencia total del plugin, de la interfaz y del software.
Si tu workflow está orientado al DAW y trabajas mayoritariamente en digital, el ML-1A puede ser una opción muy potente. Pero si prefieres la inmediatez analógica y el “enchufar y sonar”, probablemente te sentirás más cómodo con modelos tradicionales.
Opinión SonicaWorks
El ML-1A no es un micro para todo el mundo, pero en el contexto adecuado puede ser extremadamente útil. Es perfecto para quienes producen voces con frecuencia y quieren experimentar con distintos matices sin tener un parque entero de micros en el estudio. Eso sí: exige compromiso con el sistema VMS. Si buscas resultados rápidos y sin complicaciones, probablemente no es para ti. Pero si te gusta tener el control, este micro puede ser una joya escondida.
🟡 Muy pronto publicaremos un review completo del ML-1A en nuestro canal de YouTube. Si estás pensando en incorporarlo a tu estudio, no te lo pierdas.
Más información en https://slatedigital.com/ml-1a-modeling-microphone/
VIDEOS RELACIONADOS EN NUESTRO CANAL DE YOUTUBE