El sábado 26 de noviembre Overdrive, la marca más mítica del clubbing noventero en la capital, abría sus puertas con el cartel de Sold Out colgado dispuesta a alcanzar un nuevo objetivo. Y no hay duda de que lo consiguió, sumando así un nuevo éxito a su intachable trayectoria.
La bestia te vigila, sé fiel a tus principios y no hagas caso a falsas promesas. Con esta declaración de intenciones la noche comenzaba en Overdrive demostrando a aquellos pobres incautos que todavía dudaban, que estaban ante un acontecimiento que pasaría a la historia de la electrónica madrileña.
El reloj apenas marcaba las 22:00 y la Sala Groove ya brillaba con luz propia de la mano de Wavesound, encargado del primer turno tras los platos durante dos maravillosas horas. Un inicio perfecto para tomar posiciones y apretarse los cinturones, el viaje daba comienzo. Llegaba entonces Master Bon-Z, quien en un alarde total de talento, sacó a relucir sus mejores joyas plásticas. El sonido se deslizaba por la pista arrastrando a todos los presentes y sus jóvenes espíritus en un viaje al pasado más salvaje del que no se aseguraba el regreso pero sí una felicidad y éxtasis de energía nunca antes vividos. Una de las muchas pruebas que evidenciaron a lo largo de la noche que la vieja escuela dura para siempre.
Mientras tanto, en el exterior la carpa satélite no paraba de recibir visitas con una pista que se mantuvo candente en todo momento. El colectivo Trancefuxion, conformado por Yvan, Darkaneda, Christian, Chiki y Suero, junto al madrileño Raúl Hoyos hicieron una sesión en rotación magistral con una exquisita selección de discos redondos.
El momento había llegado, a las 02:00h la inconfundible figura de Emmanuel Top, controladora en mano, apareció en escena siendo la primera vez que actuaba en Madrid. El francés, anteriormente líder de Attack, sorprendió a todos los presentes con un sonido nuevo, ácido, tal vez diferente a lo esperado y con alguna división de opiniones, pero con el carácter cautivador que tanto le caracteriza. Obviamente, y como no podía ser de otra manera, puso sus dos grandes himnos como ‘Turkish Bazar‘ y ‘Acid Phase‘.
Los encargados de cerrar la noche fueron Tobias y Canito. Un par de horas que se repartieron equitativamente y que quedarán en la mente y el corazón de todos los presentes gracias al desenfunde de los vinilos más ácidos de principios de los ´90 del que hicieron gala. Así, Genloc, Zolex, Jim Clarke, Union Jack, Jones & Stephenson, Velocity, Jam & Spoon, Microbots, Nikolai, Cherry Moon, Trax, LDC o Nacho Division no faltaron a la cita, despertando los mejores recuerdos en la memoria de los allí presentes.
La noche del sábado constituyó una oda al auténtico sentimiento Overdrive, mucha presión sonora acompañada del increíble láser verde de Lj Pájaro y un montaje audiovisual impactante creado por Sunflare de Joinyvision en la parte digital y RIP aka Ripoll en la parte analógica.